Lucía del Saz Domínguez
Abril 2022
Resumen: La prestadora de servicios, mercantil que gestiona una piscina climatizada municipal, mientras duró el estado de alarma y las limitaciones impuestas por las distintas Comunidades Autónomas para frenar los contagios de coronavirus (marzo de 2020 a octubre de 2021, según datos trasladados) no pudo continuar efectuando las prestaciones a las que se había comprometido y la usuaria no pudo acudir a sus actividades durante dicho periodo debido al cierre de la piscina y, pese a ello, tuvo que abonar una nueva matrícula al retomar sus clases tras la reapertura -que no quiere ser reintegrado por la compañía-.